Fobia social
Más que una fobia, una obsesión.
“ Yo siempre he tenido problemas, en general, para relacionarme con las personas. Antes no lo veía como un problema pero me dí cuenta de que muchas veces, sobre todo en mi trabajo, no conseguía comunicar aquello que quería decir y casi siempre terminaba discutiendo, enfrentándome a los demás. Me sentía en un exámen y yo no estaba preparada para ese exámen, esto iba deteriorando las relaciones y haciendo que me sintiera sola...”
Lo que acabas de leer no es más que un pequeño extracto de una de las muchas entrevistas realizadas a personas con Fobia Social y que resume a la perfección algunos aspectos del trastorno, en este caso, el temor al juicio de los demás y una actitud defensiva que la lleva a discutir.
Cuando relacionarnos con los demás se convierte en una tortura, es muy probable que nos estemos adentrando en una fobia social. En el origen de esta fobia puede haber un antecedente traumático o, por el contrario, puede ser el resultado de un desarrollo gradual. En cualquier caso siempre aparece una baja autoestima y desconfianza hacia uno mismo y los demás.
La Fobia Social es más una forma de obsesión al rechazo y al juicio de los demás que un verdadero miedo. No tiene la duda, y por tanto el temor a ser juzgado, sino que se siente rechazado y juzgado. Su actitud es marcadamente defensiva.
Existen dos tipos de fobia social:
- Simple: cuando la persona teme a una o unas pocas situaciones, por ejemplo: es incapaz de hablar en público, pero no tiene problemas en otras situaciones sociales.
- Generalizada: la persona evita casi todas las situaciones sociales.