Quién soy

Comencé a estudiar psicología allá por el año 2005, no sé muy bien porqué, la verdad, pero me gustó (aunque tal vez por razones diferentes a las habituales) y me licencié y colegié en el 2010 (número de colegiado G-04449) en la especialidad de Psicología Clínica. Antes que psicólogo fui músico (aún lo sigo siendo, aunque no de manera profesional) y creo que fué ahí donde comencé a interesarme por la psicología ¿extraño? tal vez. 

Emocionar, influir y modificar a la persona que te pide ayuda es todo un arte en el que el propio terapeuta resulta influenciado a su vez; hay una especie de música que se transmite, que se percibe y modifica aquello que uno siente.

Después de graduarme realicé un máster en Terapia Breve Estratégica por el CTS de Arezzo (Italia) con sede en Madrid y luego vinieron otros muchos cursos de formación. En fin, no voy a extenderme con esto, no quisiera resultar aburrido.

Me parece más relevante contaros que, paralelamente a mi trabajo como psicoterapéuta, me dediqué durante un tiempo a la  labor docente en la UNED,  impartiendo cursos  de formación sobre el tratamiento de diversos trastornos, estos cursos iban dirigidos tanto a psicólogos profesionales como a estudiantes de psicología. También organicé charlas sobre psicología y ciencia en diversos centros privados dedicados a la salud y la cultura.

Trabajé durante dos años como psicólogo consultor externo para la organización de Cáritas Vigo, lo que me permitió adquirir una enorme experiencia con casos de trastornos graves y con los problemas psicológicos a los que se enfrentan los trabajadores de una organización de este tipo. 

Además, desarrollé labores de terapéuta durante cinco años para un gabinete privado de psicología, situado también en Vigo, llamado Tepsia.

En fin, esta es, muy por encima, mi historia personal relacionada con la psicología y la terapia.

!Ah! en cuanto al nombre,  Psicobreve,  lo elegí porque define perfectamente aquello que busco y que creo debería ser la máxima de cualquier terapeuta: evitar el sufrimiento innecesario a los clientes. En resumen, una terapia eficaz, para lo cual es necesario que sea efectiva (que resuelva realmente el problema) y eficiente ( que lo haga en el menor tiempo posible)